O la historia de un risotto que no pudo ser risotto. O cómo salir del paso cuando te pones a hacer un risotto y descubres que no tienes arroz después de cocer la calabaza y hacer el sofrito...
Ingredientes (para 2 personas):
un trozo de calabaza de unos 350g.
litro y medio de agua
1 cucharada de aceite
1 cucharada de mantequilla
2 cebollas pequeñas
5 lonchas de bacon (70g.)
3 dientes de ajo pequeños
tomillo, sal y pimienta
500g. de pasta (fusilli)
100g. de queso crema
1 cucharada de mantequilla
50g. de queso parmesano para rallar
Pelar y trocear la calabaza y cocerla en el litro y medio de agua.
Picar las cebollas, el bacon y el ajo. Calentar una cucharada de aceite y otra de mantequilla. Pochar las cebollas, el bacon y el ajo. Salpimentar y espolvorear con tomillo. Añadir la calabaza cocida y machacarla con la cuchara, reservando el caldo para cocer la pasta.
Salar el agua de cocer la calabaza, llevarla a ebullición y echar la pasta. Remover.
Añadir a la salsa el queso crema, mezclando bien, y dejar unos minutos con el fuego al mínimo para que se integren los sabores.
Cuando la pasta esté hecha, colarla y añadirla a la salsa, removiendo bien, y servir. Espolvorear con parmesano recién rallado.
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